lunes, 24 de octubre de 2011

Artellano

ARTELLANO, nace de la intención de crear un espacio de Arte, Música y Diseño, para la región centro occidental del país, en pro de difundir las expresiones culturales alternativas. Único en su tipo para esta región, donde artistas, músicos, artesanos, diseñadores, creadores entre otros, se darán cita para mostrar su talento al publico, en esta primera edición tendrá como lugar la ciudad de San Carlos - Edo. Cojedes

Museo de los Niños

El Museo de los Niños es una institución privada, sin fines de lucro ubicada en Caracas, Venezuela Fundado por Doña Alicia Pietri de Caldera. En él se pretende que los niños "aprenden jugando" los principios de la ciencia, la tecnología, el arte y los valores fundamentales de la sociedad.
Para cumplir su misión, el Museo presenta a los visitantes exhibiciones participativas realizadas con componentes mecánicos, electrónicos, seres vivos y mobiliario -con apoyo gráfico y textos- que permiten manipular, contemplar e interactuar obteniendo información, conocimientos y experiencias que refuerzan el aprendizaje.
La Fundación Museo de los Niños pretende contribuir a la formación y recreación de la infancia, mediante la divulgación de la ciencia, la cultura, el arte y los valores fundamentales de nuestra sociedad. Para cumplir su misión creó el Museo de los Niños de Caracas.

A principios de 1974 el gran reto era cómo materializar un museo para niños bajo un enfoque participativo y moderno, con la misión de ayudar a la formación y recreación de la infancia mediante la divulgación de la ciencia, la tecnología, el arte y los valores fundamentales de la sociedad; y constituirse en un centro de divulgación científica para los niños de Venezuela.
Para determinar las áreas del conocimiento y las edades de los niños a quienes se dedicaría el Museo de los Niños de Caracas, se consideraron: la información recogida en los diferentes centros y museos de ciencia visitados en el extranjero; el análisis de los intereses de los niños; las características del niño y el joven venezolano; la necesidad de reforzar los conocimientos adquiridos en la escuela; la carencia de institutos donde el niño pudiera aprender principios científicos mediante el juego; la convicción de que un museo de ciencia y tecnología tiene un papel destacado en la popularización y difusión de los conocimientos indispensables para mejorar la calidad de vida de las generaciones futuras.
Como resultado, se estableció que las áreas básicas del Museo serían Biología, Comunicación, Ecología y Física presentadas a través de exhibiciones y experiencias dirigidas principalmente a niños entre 6 y 14 años.
El 7 de agosto de 1982 el Museo de los Niños de Caracas, abrió sus puertas el primer museo para niños de América Latina, en su actual sede en el Complejo Parque Central en el centro de la ciudad.
Años más tarde, ante el auge de los conocimientos espaciales se tomaron la decisión de hacer una exposición permanente sobre los temas de la exploración espacial y los avances de la astronomía y astronáutica.
En 1987 la Fundación inicia conversaciones con la National Aeronautics and Space Administration (NASA) y otras instituciones estadounidenses para hacer una rigurosa investigación y determinar lo que se presentaría al público.
El resultado condujo a que el 12 de octubre de 1993, se abriera al público un nuevo edificio que aumentaba la capacidad de visitantes, conectado al otro ya existente.

Futurismo

El futurismo surgió en Milán, Italia, impulsado por Filippo Tommaso Marinetti. Este movimiento buscaba romper con la tradición, el pasado y los signos convencionales de la historia del arte. Consideraba como elementos principales a la poesía, el valor, la audacia y la revolución, ya que se pregonaba el movimiento agresivo, el insomnio febril, el paso gimnástico, el salto peligroso y la bofetada irreverente. Tenía como postulados: la exaltación de lo sensual, lo nacional y guerrero, la adoración de la máquina, el retrato de la realidad en movimiento, lo objetivo de lo literario y la disposición especial de lo escrito, con el fin de darle una expresión plástica.
Rechazaba la estética tradicional e intentó ensalzar la vida contemporánea, basándose en sus dos temas dominantes: la máquina y el movimiento. Se recurría, de este modo, a cualquier medio expresivo (artes plásticas, arquitectura, urbanismo, publicidad, moda, cine, música, poesía) capaz de crear un verdadero arte de acción, con el propósito de rejuvenecer y construir de nuevo la faz del mundo. El poeta italiano Filippo Tommaso Marinetti recopiló y publicó los principios del futurismo en el manifiesto de 1909. Al año siguiente los artistas italianos Giacomo Balla, Umberto Boccioni, Carlo Carrà, Luigi Russolo y Gino Severini firmaron el Manifiesto de los pintores futuristas.
El futurismo se caracterizó por el intento de captar la sensación de movimiento. Para ello superpuso acciones consecutivas, una especie de fotografía estroboscópica o una serie de fotografías tomadas a gran velocidad e impresas en un solo plano. Ejemplos destacados son el Jeroglífico dinámico de Bal Tabarin (1912, Museo de Arte Moderno, Nueva York) y el Tren suburbano (1915, Colección Richard S. Zeisler, Nueva York), ambos de Gino Severini. En el campo de la fotografía destacaron los hermanos Bragaglia y sus imágenes movidas, que ofrecen tiempos sucesivos y trayectoria de los gestos, como en Carpintero serrando o en Joven meciéndose.
En 1914 se presentaron también los primeros dibujos sobre una ciudad moderna de Antonio Sant'Elia y Mario Chiattone. Sant'Elia presentó ese mismo año su Manifiesto de la arquitectura futurista, un proyecto utópico que cristalizó en las imágenes de la Ciudad Nueva: la nueva medida ya no era el edificio, sino la estructura urbana, y apostaba, además, por las nuevas tipologías, como estaciones de trenes y aeroplanos, centrales eléctricas, casas escalonadas con ascensores… Se trataba de un nuevo mundo vertical y mecánico, conectado a través de redes de ascensores de hierro y cristal.
Aunque el futurismo tuvo una corta existencia, aproximadamente hasta 1944 -acabado con la muerte de Marinetti- su influencia se aprecia en las obras de autores canónicos como Marcel Duchamp, Fernand Léger y Robert Delaunay en París, así como en el definitivo constructivismo ruso. En 1915 algunos de los representantes del futurismo, como Marinetti y Sant'Elia, se enrolaron en un batallón de voluntarios, de acuerdo con el punto nueve de su decálogo

Op Art

Tras la Segunda Guerra Mundial aparece una nueva generación de artistas abstractos. No sólo se preocupan por comunicar con sus obras un sentimiento, sino que exigen del espectador una actitud activa. En sus obras el ojo debe estar mirando una obra que se mueve, buscando el principio y el fin. El op-art es un movimiento pictórico mientras que el arte cinético es más bien escultórico. En esta época el centro del arte es, definitivamente, Nueva York.
En el op-art se encuentra Victor Vasarely: Triond, Supernova, Yaacov Agam, con sus cuadros en relieve, Doble metamorfosis III, Bridget Riley: Current, Jeffrey Steele: La volta, Richard Anuszkiewicz: Iridiscencia, Michael Kidner: Azul, verde, violeta y marrón. Estos Op-Art Artistas Jesús-Rafael Soto, Carlos Cruz Diez, Youri Messen-Jaschin, Julio Le Parc, Zanis Waldheims.

Arte Cinético

El arte cinético y el arte óptico son corrientes artísticas basadas en la estética del movimiento de la realidad. Está principalmente representado en el campo de la escultura donde uno de los recursos son los componentes móviles de las obras. Pictóricamente, el arte cinético también se puede basar en las ilusiones ópticas, en la vibración retiniana y en la imposibilidad de nuestro ojo de mirar simultáneamente dos superficies coloreadas, violentamente contrastadas. Op Art. Las primeras manifestaciones de arte cinético se dan en los años 1910, en el movimiento futurista y en ciertas obras de Marcel Duchamp. Más adelante, Alexander Calder inventa el móvil, un tipo de escultura formada por alambre y pequeñas piezas de metal suspendidas que son movidas ligeramente por el desplazamiento del aire ambiente. La expresión arte cinético es adoptada hacia 1954, para designar las obras de arte puestas en movimiento por el viento, los espectadores y/o un mecanismo motorizado.
El arte cinético fue una corriente muy en boga desde la mitad de los 60 hasta mediados de los 70.
Es una tendencia de las pinturas y las esculturas contemporáneas creadas para producir una impresión de movimiento. El nombre tiene su origen en la rama de la mecánica que investiga la relación que existe entre los cuerpos y las fuerzas que sobre ellos actúan. Este término apareció por primera vez en 1920 cuando Gabo en su Manifiesto Realista rechazó “el error heredado ya del arte egipcio, que veía en los ritmos estáticos el único medio de creación plástica” y quiso reemplazarlos por los ritmos cinéticos: “formas esenciales de nuestra percepción del tiempo real”. Utilizó esta expresión coincidiendo con su primera obra cinética, que era una varilla de acero movida por un motor y da valor al término utilizado hasta ese momento en la física mecánica y en la ciencia, pero comienza a utilizarse de forma habitual a partir del año 1955. Hoy en día se conoce como arte cinético, aquellas obras que causan al espectador movimiento e inestabilidad, gracias a ilusiones ópticas, que cambian de aspecto según el punto desde el que son contempladas o por la luz que reciban (un ejemplo pueden ser los anuncios luminosos). También están incluidos dentro de este movimiento los móviles sin motor y las construcciones tridimensionales con movimiento mecánico.

Alejandro Otero

Alejandro Otero (El Manteco - Edo. Bolívar, 7 de marzo de 1921 - Caracas, 13 de agosto de 1990) fue un importante pintor y escultor venezolano, Hijo de José María Otero Fernández y María Luisa Rodríguez. Destacan sus obras escultóricas de gran formato, del género de arte cinético, muchas de las cuáles son exhibidas en Venezuela, Estados Unidos y otros países del mundo.
Estudia en Caracas entre 1939 y 1945. Luego se traslada a París, donde vivió entre 1945 y 1949. Formó parte del grupo conocido como Los Disidentes.
El principio de una nueva técnica artística, el comienzo de la verdadera abstracción en Venezuela, se iniciará entre los años 40' cuando pinta Las Cafeteras, serie de cuadros en los que el uso de la línea hace casi desaparecer por completo el objeto dejando únicamente su referencia.
Este venezolano vivió algún tiempo en París, donde tuvo contacto con nuevas formas artísticas. Sus obras, diversas y modernas se encuentran en varios países actualmente.

Jesús Soto

Jesús Soto (Ciudad Bolívar, 5 de junio de 1923 - París, 14 de enero de 2005) fue un artista venezolano. Es un importante creador del arte cinético, que inicia y desarrolla a finales de los años 50.

Estudió en la Escuela de Artes en Caracas, donde conoce a Carlos Cruz-Díez y Alejandro Otero.
Vivió en París desde 1950, donde muere a los 81 años de edad.
Desde los años 70 hasta los 90 los trabajos de Soto son expuestos en lugares como el MOMA y Museo Guggenheim de Nueva York, Centro Georges Pompidou en París y la Bienal de Venecia de 1966 y la Bienal de São Paulo en 1996.
Soto es particularmente famoso por sus "penetrables", esculturas dentro de las cuales las personas pueden caminar e interactuar. Se ha dicho que el arte de Soto es inseparable del observador, sólo puede estar completo con la ilusión percibida por la mente como resultado de la observación.
Un trabajo de Soto adorna el techo del salón principal del Teatro Teresa Carreño, en Caracas, y otro, una parte del interior de la estación Chacaito del Metro de Caracas. Este último se extiende hasta el exterior de la estación y se puede ver desde la superficie, en la Plaza Brión de Chacaíto. “La Esfera Soto”, se encuentra en la Autopista Francisco Fajardo, la cual fue recientemente reconstruida.
En su honor, el gobierno de Venezuela inauguró el Museo Jesús Soto en Ciudad Bolívar en 1973. Soto fue el Padre del Cinetismo

Museo de Bellas Artes de Caracas

El Museo de Bellas Artes de Caracas es el museo de artes plásticas más antiguo y uno de los más importantes de Venezuela.
Entre sus exposiciones permanentes resaltan las de arte egipcio, cerámica china, arte latinoamericano, europeo y norteamericano, fotografías, dibujos, estampas, arte contemporáneo y la colección de cubismo. Además tiene siete salas exclusivas para exhibiciones temporales. Aparte de las exhibiciones permanentes y temporales también presta servicios de videoteca, centro de documentación, gabinete de fotografía, estampa y diseño, biblioteca especializada, tienda y talleres educativos.
Fue fundado en 1917 en la sede de la Universidad Central de Venezuela hasta que en la década de los años 40 obtuvo su propia sede diseñada por el arquitecto venezolano Carlos Raúl Villanueva. Hasta ese momento el Museo albergaba todo lo relacionado al arte venezolano, sin embargo, en 1975 se crea la Galería de Arte Nacional, razón por la cual el Museo es despojado de esta Colección y se traslada a una edificación de cinco pisos - diseñada por el mismo Villanueva – y situada a un costado de la actual Galería Nacional y a un costado de un parque (Parque Los Caobos). Desde entonces, el Museo de Bellas Artes ha reiterado su vocación de museo universal, el único en su tipo a nivel nacional – pero sin descuidar su excelente colección de arte latinoamericano y sus actividades de proyección social, que lo han identificado desde siempre con el mundo de la enseñanza. De hecho, su Departamento de Educación fue creado en los años 50 y cuenta entre sus docentes con reconocidos artistas. Algunas de las obras emblemáticas de este Museo son “La Ciudad” de Alexander Calder; “Cubo rojo” de Jesús Soto y “Estructura solar” de Alejandro Otero, sin olvidar su colección de arte egipcio adquirida en la década de los años 50 al Metropolitan de Nueva York.

Museo Carlos Cruz Díez

El Museo de la Estampa y del Diseño Carlos Cruz Diez o simplemente Cruz Diez, es un museo de Caracas, Venezuela ubicado en el Paseo Vargas de la avenida Bolívar en el centro de esa ciudad. Lleva su nombre en honor al artista venezolano Carlos Cruz Diez.
Fue inaugurado en 1997 para exhibir obras de Cruz Diez y otros artistas modernistas. La edificación tiene cuatro niveles en un área de 2.406 . El museo cuentan con cerca de 2.500 piezas dedicadas al arte de la estampa y el diseño.[1] Su acceso se puede hacer por medio del Metro de Caracas en por las estaciones Nuevo Circo o Parque Carabobo y por transporte público o particular a través de la avenida Bolívar.

Alvaro Sotillo

Diseñador gráfico venezolano nacido en Caracas en el año 1946. Estudió entre 1962 y 1969 en la Escuela de Artes plásticas Cristobal Rojas y en el Instituto de Diseño de la Fundación Neumann. Complementa su formación al lado de grandes maestros que regresaron de Europa a finales de la Segunda Guerra Mundial, entre los que se pueden contar el diseñador italiano Nedo M. F.,el escultor y diseñador de mobiliario Cornelis Zitman de origen holandés, la artista neoconstructivista alemana Gego y con el diseñador de origen lituano Gerd Leufert con quien realizó una importante labor docente. Gran parte del trabajo de Sotillo se ha desarrollado en el campo editorial y con un marcado énfasis en la tipografía. En 1995 su trabajo en diseño editorial comienza a ser reconocido al obtener el primero de los ya veintiún premios recibidos hasta el momento por instituciones alemanas como («Die schönsten deutschen Bücher») “los libros más bellos del mundo”, y la «Exposición Internacional del Arte del Libro» («Internationale Buchkunstausstellung», IBA) de la ciudad de Leipzig. En estas premiaciones destacan las tres Letras de Oro (“La Emblemática de Gerd Leufert”, 1985; “Diccionario de Historia de Venezuela” segunda edición, 1999 y “Geohistoria de la sensibilidad en Venezuela”, 2008), el máximo reconocimiento del concurso "Los libros más bellos del mundo", que desde 1991 organiza la Fundación para el Arte del Libro («Stiftung Buchkunst»), promoviendo a las publicaciones galardonadas tanto en la Feria Internacional del Libro de Leipzig como en la Feria Internacional del Libro de Frankfurt.
Álvaro Sotillo ha sido uno de los grandes impulsores de la disciplina del diseño en Venezuela. Fue miembro fundador, profesor invitado y asesor de la Escuela de Comunicación Visual ProDiseño entre los años 1990 y 1996. De 1993 a 1999 fue asesor del «Centro de Arte la Estancia», dedicada a la difusión y promoción de la excelencia en diseño gráfico, tridimensional y la fotografía. En el año 2000 funda el «Laboratorio de Tipografía de Caracas», desde donde realiza su trabajo de investigación formal y desarrolla temas centrados en la tipografía.En el año 2005 recibe el Premio Gutenberg de la ciudad de Leipzig, donde se realiza una muestra de su trabajo en la Biblioteca Pública. En septiembre de este mismo año es invitado a participar en una exhibición especializada en diseño editorial “El mundo del diseño editorial”, en el Centro de Arte Contemporáneo Malmö Konsthall» de Suecia.En julio de 2007 recibe el Doctorado Honoris Causa de la «Universidad Católica Cecilio Acosta» y en febrero de 2008 obtiene el mismo reconocimiento por parte de la «Universidad de El Zulia» (LUZ), ambas instituciones son de la ciudad de Maracaibo en Venezuela.Desde 1997 es miembro de la «Alianza Gráfica Internacional» AGI (Alliance Graphique International AGI). Actualmente trabaja en su taller Visión Alternativa (vaca) y en Laboratorio de Tipografía de Caracas. (tomado de diseñoiberoamericano.com)

Día del trabajador gráfico

En Venezuela se celebra el Día del Trabajador Gráfico desde 1955, cuando en Valencia se realizó la segunda asamblea de la Federación de Trabajadores de la Industria Gráfica del país. Se acordó el 24 de octubre porque en este día comenzó a publicarse la Gazeta de Caracas, primer periódico de Venezuela. En esta misma fecha era celebrado el Día del Periodista. Pero en una convención de la Asociación Venezolana de Periodistas, también efectuada en esta ciudad, en 1967, a proposición de Francisco J. Avila con el apoyo de Guillermo García Ponce y Eleazar Díaz Rangel, se acordó cambiar la fecha para el 27 de junio. Los trabajadores gráficos continúan celebrando su fecha el mismo día de San Rafael. "Antes era no laborable, pero los tiempos difíciles hicieron que primero trabajemos y después hagamos un alto para recordar nuestro día", comenta Orlando Rodríguez, coordinador del departamento de Rotativa de El Carabobeño. El experto en artes gráficas recuerda que en los últimos doce años en este diario se trabaja de acuerdo a normas de seguridad internacionales estrictas. "Antes, la gente se enfermaba de saturnismo y del mal de Parkinson porque la tinta era a base de plomo. Pero ahora todo es computarizado. La tinta es a base de aceite vegetal y los productos utilizados son biodegradables. Antes, el tiempo de impresión era muy largo, ahora se pueden sacar hasta 70 mil ejemplares por hora". Javier Paredes, cuyo oficio es prensista y registra los colores, está pendiente de la calidad de la impresión. Confiesa que recuerda mucho a su maestro Wulman Coronel. "Me enseñó a trabajar, a ser responsable y cuidar el trabajo porque permite llevar la arepa para la casa".